Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. - Mateo 5:18

Mensaje

Este versículo de Mateo 5:18 nos recuerda la eterna validez y perfección de la Palabra de Dios. Jesús afirma con autoridad que ni el más pequeño detalle de la ley desaparecerá hasta que todo se cumpla. Esto nos muestra que la Escritura es inmutable y fiel, un fundamento sólido para nuestra fe en un mundo cambiante.

En un tiempo donde las interpretaciones y tradiciones humanas pueden variar, esta declaración nos llama a reconocer la soberanía y la exactitud divina del mensaje bíblico. La ley no es algo pasajero, sino una guía perpetua que apunta hacia la justicia y la santidad.

Fe en acción

Creer en la eternidad de la Palabra nos impulsa a vivir conforme a ella, confiando en que sus principios son perfectos y necesarios para nuestra vida diaria. La fe no es solo creer en Dios, sino también en Su revelación, que nos dirige y transforma.

Para poner en práctica esta verdad, debemos:

• Estudiar la Biblia con diligencia y humildad.
• Aplicar sus enseñanzas en nuestras decisiones cotidianas.
• Respetar la autoridad divina sobre las escrituras.
• Orar por entendimiento y sabiduría.
• Compartir con otros la esperanza que proviene de la Palabra.

Esperanza en Cristo

La afirmación de Jesús sobre la permanencia de la ley también apunta hacia el cumplimiento de todas las cosas en Él. Cristo es la plenitud de la ley y la promesa hecha realidad. En Él encontramos la esperanza de que todo propósito divino se cumplirá perfectamente.

Esta esperanza nos sostiene en tiempos de incertidumbre, recordándonos que el cielo y la tierra pasarán, pero la palabra de Dios permanece para siempre. Por eso, podemos confiar plenamente en sus promesas y vivir con un corazón firme y esperanzado.

"La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos." (Hebreos 4:12)

La certeza de que ni una jota ni un tilde perecerá de la ley nos invita a valorar, respetar y obedecer la Escritura como la verdad eterna que guía nuestra vida y nuestro destino.

En conclusión, Mateo 5:18 es un llamado a la fidelidad, a la reverencia por la Palabra y a la confianza en el cumplimiento de las promesas divinas. Que este versículo fortalezca nuestra fe y nos motive a vivir en la plenitud de la verdad revelada por Dios.