Reflexión sobre Juan 4:4 – "Y era menester que pasase por Samaria"
Malas interpretaciones comunes
Una interpretación frecuente de Juan 4:4 es que Jesús simplemente tomó un camino obligatorio o accidental cuando decidió pasar por Samaria. Algunos piensan que el pasaje es un detalle geográfico sin mayor significado espiritual, o que Jesús evitaba intencionalmente a los samaritanos por prejuicio o conveniencia.
Otra visión errónea es suponer que la presencia de Jesús en Samaria fue solo un evento casual, sin propósito divino, y que su encuentro con la mujer samaritana fue un simple cruce fortuito sin implicaciones para el mensaje de salvación universal.
- Creer que Jesús evitaba a los samaritanos.
- Pensar que el viaje fue solo una cuestión logística.
- Suponer que el encuentro con la mujer fue accidental.
- Ignorar el contexto histórico y cultural de la rivalidad judío-samaritana.
Una lectura fiel y enriquecedora
Juan 4:4 dice: "Y era menester que pasase por Samaria". Esta frase revela un propósito divino y una necesidad espiritual profunda. El verbo "era menester" indica que el paso por Samaria no fue casual ni arbitrario, sino una parte esencial del plan de Dios para alcanzar a aquellos considerados marginados y rechazados.
Históricamente, judíos y samaritanos mantenían una relación tensa y de enemistad. Jesús, al elegir este camino, rompe barreras sociales y religiosas, demostrando que el amor de Dios trasciende prejuicios y fronteras humanas.
Este versículo nos invita a reflexionar sobre la misión de Cristo: no solo vino para los que se sentían dignos, sino para todos, incluyendo a los que la sociedad rechazaba. La interacción con la mujer samaritana es un testimonio de inclusión, gracia y revelación espiritual.
Este encuentro nos desafía a imitar a Jesús en nuestra apertura y disposición para cruzar nuestros propios límites y prejuicios, llevando el mensaje de esperanza a donde sea necesario.
En nuestra vida diaria, ¿qué "Samarías" debemos atravesar? ¿A quiénes estamos llamados a acercarnos, incluso cuando la sociedad o nuestras costumbres nos indiquen lo contrario? Jesús nos muestra que el camino del amor y la verdad a menudo requiere valentía y propósito claro.
"Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10). Así, pasar por Samaria simboliza esa misión salvadora que nos invita a participar activamente.
Que esta reflexión nos impulse a ser instrumentos de reconciliación y testigos de la gracia, recordando siempre que en cada paso que damos con fe, Dios tiene un propósito mayor para nuestras vidas.