Reflexión sobre Jeremías 1:4: "Fué pues palabra de Jehová á mí, diciendo:"
Lectura Orante
El versículo Jeremías 1:4 nos introduce en un momento sagrado: la comunicación directa de Dios con su profeta. "Fué pues palabra de Jehová á mí, diciendo:" no es solo una frase, sino el inicio de una misión divina que cambiará la historia. En esta invitación a escuchar, podemos detenernos y abrir nuestro corazón a la voz de Dios hoy.
Al leer con atención, sentimos la solemnidad y la intimidad del llamado. Dios no habla desde lejos, sino directamente al alma de Jeremías, recordándonos que su palabra es viva y eficaz. Este versículo nos invita a hacer silencio interior para percibir ese diálogo divino en nuestra propia vida.
Viviendo la Oración
¿Cómo podemos vivir esta palabra que Dios nos dirige? Primero, reconociendo que cada uno de nosotros es llamado personalmente por Dios, como Jeremías. Su palabra no es solo para los profetas del pasado, sino para cada creyente hoy. Dios sigue hablando, guiando y fortaleciendo.
En un mundo lleno de ruido, es un acto de fe responder al llamado. La obediencia nace de la confianza en que la palabra de Jehová es para nuestro bien y para cumplir su propósito en nosotros. Así, podemos descubrir que nuestra vida también es un espacio sagrado donde Dios quiere manifestarse.
Este pasaje también nos invita a la valentía. Jeremías fue llamado para una tarea difícil, pero la palabra de Dios le dio fuerza. De igual manera, cuando nos enfrentamos a desafíos, podemos recordar que Dios nos habla y nos sostiene.
La palabra de Dios no solo informa, transforma y envía. Es un encuentro que nos impulsa a actuar con amor y esperanza.
- ¿Estoy dispuesto a escuchar atentamente la voz de Dios en mi vida diaria?
- ¿Reconozco el llamado personal que Dios me hace para servirle?
- ¿Confío en que su palabra me fortalecerá ante las dificultades?
- ¿Cómo puedo responder con valentía y fe al mensaje que recibo?
- ¿Qué cambios puedo hacer para vivir más plenamente la palabra que Dios me dirige?
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." (Jeremías 29:11)
Que esta palabra inspire nuestra oración y acción, recordándonos siempre que Dios nos habla con amor y propósito. Escuchemos con el corazón abierto y respondamos con generosidad a su llamado.