¿PUES qué diremos? Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca? - Romanos 6:1
Conocer: La pregunta que desafía nuestra fe
En Romanos 6:1, el apóstol Pablo nos confronta con una pregunta profunda y retadora: "¿Pues qué diremos? Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca?" Esta interrogante no solo es un llamado a la reflexión, sino una invitación a entender la naturaleza de la gracia divina y su relación con nuestra conducta.
La gracia no es un permiso para vivir en el pecado, sino un poder para vivir en santidad. Pablo, consciente de que algunos podrían malinterpretar el regalo de Dios, nos advierte contra la idea de abusar de la misericordia para justificar una vida alejada de Dios.
Amar: La gracia que transforma y no excusa
El amor de Dios se manifiesta en la gracia que nos ofrece, un amor inmerecido que nos rescata y renueva. Esta gracia, sin embargo, no es un cheque en blanco para continuar pecando. Al contrario, es la fuerza que nos impulsa a alejarnos del pecado y a buscar una vida en armonía con la voluntad divina.
La verdadera experiencia de la gracia nos lleva a un cambio de corazón y a un deseo sincero de vivir para Dios. Amar a Dios implica también amar la justicia y la pureza que Él desea para nosotros.
Servir: Vivir la gracia en acción
La pregunta de Romanos 6:1 nos desafía a servir a Dios con integridad y compromiso. Vivir la gracia es una invitación a reflejar el amor de Cristo en nuestras acciones diarias, alejándonos del pecado y abrazando la santidad.
Este llamado se traduce en un servicio activo, donde nuestra vida se convierte en testimonio vivo de la transformación que la gracia produce.
- Orar diariamente por fortaleza para vencer las tentaciones.
- Buscar la comunidad de fe para apoyo y rendición de cuentas.
- Practicar el perdón y la misericordia con otros.
- Participar en actividades de servicio que reflejen el amor de Dios.
- Estudiar la Palabra para profundizar en el conocimiento de la gracia.
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia." - Romanos 6:14
Este versículo nos recuerda que, aunque somos salvos por gracia, no estamos llamados a ser esclavos del pecado. La gracia nos libera para vivir en victoria y santidad.
En conclusión, Romanos 6:1 no solo nos presenta una pregunta, sino que nos invita a una respuesta activa: vivir en la gracia de Dios implica rechazar el pecado y abrazar una vida de transformación y servicio.
Que nuestra fe se refleje en acciones concretas que honren a Dios y edifiquen a los demás, demostrando que la gracia no es licencia para pecar, sino poder para vencer.