Y VIENDO las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron á él sus discípulos.

Mateo 5:1

Reflexión sobre Mateo 5:1: "Y VIENDO las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron á él sus discípulos."

Este pasaje, extraído del Evangelio según Mateo 5:1 (RV 1909), nos introduce en uno de los momentos más significativos de la enseñanza de Jesús: el inicio del Sermón del Monte. La imagen de Jesús subiendo al monte y sentándose para enseñar a sus discípulos es rica en simbolismo y espiritualidad, invitándonos a una profunda reflexión sobre la disposición del corazón para recibir la Palabra de Dios.

En la tradición bíblica, el monte es frecuentemente un lugar de encuentro divino, donde Dios revela su voluntad y su amor a su pueblo. Jesús, al subir y sentarse, adopta la postura de un maestro que no sólo habla, sino que también escucha y se relaciona con sus seguidores. Esta escena nos recuerda que el aprendizaje espiritual requiere un espacio sagrado y una actitud de humildad y apertura.

Prácticas espirituales

Para imitar la disposición de los discípulos que se acercan a Jesús en el monte, podemos cultivar ciertas prácticas que nos permitan estar más receptivos a la enseñanza divina:

  • Buscar momentos de silencio y retiro, alejándonos del ruido cotidiano para escuchar la voz de Dios.
  • Sentarnos en actitud de humildad, reconociendo nuestra necesidad de guía y crecimiento espiritual.
  • Leer y meditar regularmente las Escrituras, permitiendo que su mensaje transforme nuestro corazón.
  • Participar en comunidades de fe donde podamos compartir y profundizar juntos en la Palabra.
  • Orar con sinceridad, pidiendo discernimiento y fortaleza para vivir conforme a las enseñanzas de Cristo.

Estas prácticas nos ayudan a crear un “monte” interior, un espacio donde Dios pueda hablar y nosotros podamos responder con fe y obediencia.

Gracia que sostiene

Sentarse y enseñar no es solo un acto físico, sino una expresión de la gracia que sostiene a los discípulos y a todos los creyentes. Jesús no impone su enseñanza desde arriba, sino que se acerca con amor y paciencia, invitándonos a una relación íntima y transformadora.

Esta actitud de cercanía y entrega revela que el camino de la fe no es solitario, sino acompañado por la presencia constante de Cristo. Al igual que los discípulos, estamos llamados a acercarnos con confianza, sabiendo que en el monte —ya sea literal o simbólico— recibiremos alimento espiritual para nuestra vida diaria.

“Cuando Jesús se sentó y sus discípulos se acercaron a Él, se estableció un espacio sagrado donde la enseñanza divina podía penetrar el corazón humano.”

En conclusión, Mateo 5:1 nos invita a subir con Jesús al monte de la espiritualidad, a sentarnos con humildad y a abrirnos a su palabra con confianza. Que podamos imitar a los discípulos y acercarnos cada día más a Él, permitiendo que su enseñanza transforme nuestra vida y nos conduzca hacia una fe viva y profunda.

Encuentra versículos bíblicos para cada momento

)