Reflexión sobre Juan 10:35: "Si dijo, dioses, á aquellos á los cuales fué hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada);"
La Verdad Inquebrantable de la Palabra de Dios (Cabeza)
En Juan 10:35, Jesús reafirma una verdad fundamental: la Escritura es inquebrantable. Al citar el término "dioses" aplicado a aquellos a quienes se les dio la palabra de Dios, nos invita a contemplar la autoridad y la santidad del texto sagrado. Este pasaje nos recuerda que la palabra de Dios no es un mero conjunto de relatos humanos, sino un mensaje divino con poder y autoridad eternos.
Históricamente, este versículo responde a quienes cuestionaban la divinidad y autoridad de Jesús. Él utiliza la Escritura misma para defender su identidad y misión, mostrando que la palabra revelada por Dios tiene un peso supremo que no puede ser anulado ni tergiversado.
Aplicando la Escritura a Nuestra Vida Espiritual (Corazón)
Al meditar en que la Escritura no puede ser quebrantada, sentimos un llamado profundo a confiar en su guía y promesas. En un mundo donde la verdad parece relativa, esta afirmación nos brinda un ancla firme para nuestra fe y esperanza. Dios nos habla a través de su palabra, y esta permanece intacta, ofreciendo consuelo, corrección y dirección.
Reconocer que somos receptores de la palabra de Dios nos invita a vivir con responsabilidad y reverencia. Somos llamados a ser portadores de esa palabra en nuestro entorno, reflejando la luz y el amor que emanan de ella.
Este versículo nos desafía a valorar la Escritura como fundamento sólido para nuestra vida espiritual y moral.
- Dedica tiempo diario a la lectura y meditación de la Biblia.
- Ora pidiendo discernimiento para entender y aplicar la palabra de Dios.
- Comparte con otros las enseñanzas que fortalecen tu fe.
- Confía en la Escritura como guía en momentos de incertidumbre.
- Estudia el contexto histórico y cultural para profundizar en su significado.
- Practica la obediencia a los mandamientos y enseñanzas bíblicas.
- Reflexiona sobre cómo la palabra de Dios transforma tu carácter y decisiones.
"La Escritura no puede ser quebrantada" es un recordatorio de que la verdad divina permanece firme, independiente de las circunstancias o interpretaciones humanas.
Al integrar este conocimiento con nuestro corazón, experimentamos una fe renovada y un compromiso más profundo con el Señor. Que esta reflexión sobre Juan 10:35 fortalezca nuestra confianza en la palabra viviente de Dios, que es luz en nuestro camino y sostén en la adversidad.