Reflexión sobre 1 Corintios 11:23
Qué dice
En 1 Corintios 11:23, Pablo nos recuerda una enseñanza fundamental: "Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan;". Este versículo nos sitúa en la última noche antes de la entrega de Jesús, un momento cargado de significado espiritual y profundo simbolismo.
Qué hacemos
Este pasaje nos invita a detenernos y reflexionar sobre el acto de Jesús al tomar el pan, que se convierte en un símbolo de su sacrificio y amor por nosotros. Al recordar esta escena, somos llamados a participar activamente en la comunión, entendiendo que no es un simple ritual, sino una conexión viva con Cristo.
La noche en que Jesús fue entregado marca el inicio de la redención, y el pan que tomó representa su cuerpo entregado por nosotros. Esta enseñanza nos desafía a vivir con gratitud y conciencia, reconociendo el precio pagado por nuestra salvación.
Además, Pablo enfatiza que esta enseñanza no es suya, sino que la recibió directamente del Señor, lo que subraya la autoridad y la importancia de este mandamiento para la iglesia primitiva y para nosotros hoy.
Al participar en la Cena del Señor, recordamos su entrega y renovamos nuestro compromiso de seguirle con humildad y amor. Este acto nos une como cuerpo de creyentes y fortalece nuestra fe en la esperanza de la vida eterna.
Es fundamental que comprendamos que este momento no es solo ceremonial, sino una invitación a vivir en comunión con Cristo diariamente, compartiendo su amor y sacrificio en nuestras acciones y decisiones.
En cada celebración de la Cena, somos llamados a vivir la entrega y el amor que Jesús nos mostró, permitiendo que su sacrificio transforme nuestro corazón y nuestra vida.
- Recordar el sacrificio de Jesús con gratitud y reverencia.
- Participar en la comunión con un corazón limpio y sincero.
- Vivir en obediencia y amor, reflejando el ejemplo de Cristo.
- Compartir este mensaje con otros, fortaleciendo la comunidad de fe.
"Que el Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan;" (1 Corintios 11:23)